El Camino de la Plata es una de las rutas que se pueden hacer desde el sur de España para llegar a Santiago de Compostela. Si quieres visitar esta parte de España para finalizar tu peregrinaje en Galicia es una muy buena opción.
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La Vía de la Plata
La Vía de la Plata pasa por cuatro comunidades autónomas y seis provincias: Andalucía (Sevilla), Extremadura (Badajoz y Cáceres), Castilla y León (Salamanca y Zamora) y Galicia (Orense, Pontevedra y La Coruña). Con 1.000 km, es la ruta más larga a Santiago de Compostela en España y se tarda entre 6 y 8 semanas en conquistarla. Los que tienen poco tiempo suelen empezar en Mérida, lo que hace que el camino sea algo más de 200 km más corto.
El camino ofrece dos alternativas para llegar a Santiago. Después de Zamora, tienes que decidir si quieres seguir hacia el norte para unirte al Camino Francés en Astorga o girar hacia el noroeste y continuar directamente hasta Santiago por Ourense, en Galicia. La parte gallega de la ruta también se llama Camino Sanabrés.
La Ruta de la Plata, aunque cada vez más popular, sigue siendo una de las opciones de peregrinación más solitarias de España. El terreno la convierte en una excelente opción para los ciclistas, así como para los pocos que deciden ir a Santiago a caballo.
Terreno
La Vía de la Plata ofrece la opción menos exigente en cuanto a terreno. Se ondula a través del país de forma bastante uniforme, sin ascensos ni descensos significativos hasta Galicia.
Te encontrarás con carreteras asfaltadas y con estrechos caminos naturales. En cuanto al paisaje, la Vía de la Plata tiene mucho que ofrecer. Además de los olivares y viñedos de Andalucía y Extremadura, podrás disfrutar de la tranquilidad de los ondulados campos de cultivo entre Salamanca y Moreruela, de los espesos robledales de Sanabria y Orens, de los mágicos bosques de eucaliptos de La Coruña, y de las singulares "dehesas" (bosques de robles con pastos donde el ganado pasta libremente) típicas de algunas zonas de Extremadura y del sur de la provincia de Salamanca. Las dehesas son el resultado del cultivo y la adaptación de los bosques naturales para acoger al ganado. Algunas de ellas tienen más de 3000 años de antigüedad.
Señalización de la ruta
Las flechas amarillas pintadas a lo largo de la ruta son consistentes y fáciles de seguir. Sin embargo, las señales son un poco más escasas que en el Camino Francés, así que asegúrate de estar atento a ellas, especialmente a lo largo de las ciudades más grandes.
En Extremadura, los cubos de granito que muestran el arco de Cáparra suelen acompañar a las flechas pintadas. Si el cubo lleva una baldosa amarilla, significa que el camino es transitable aunque no coincida con la antigua calzada romana empedrada; si la baldosa es verde, sigue la vía romana original; y si la baldosa es amarilla y verde, el camino es transitable y se mantiene fiel a la vía romana original. Las flechas amarillas (ruta jacobea) coinciden con los cubos que muestran baldosa amarilla o baldosa verde-amarilla.
Distancias
La Vía de la Plata tiene fama de ser larga, solitaria y en verano bastante calurosa. Que estos hechos sean una ventaja o no depende de las preferencias personales.
Aunque, en general, las tiendas, los cafés y los restaurantes son fáciles de encontrar, hay algunos tramos del camino en los que pasas decenas de kilómetros sin encontrarte con un pueblo o asentamiento. Por ello, es esencial que consultes tu guía y te aprovisiones para evitar encontrarte sin agua en medio de la nada y con el calor del verano azotándote.
Mejor época para ir
A diferencia de las otras rutas, no es muy recomendable viajar en julio y agosto. Las temperaturas en verano en el sur de España no perdonan, sobre todo en el interior; si vas en estos meses, ten cuidado con el calor y toma precauciones.
La mejor época para realizar la peregrinación es de marzo a junio y luego de septiembre a octubre. No se aconseja salir más tarde de octubre, ya que significaría terminar la peregrinación en diciembre, cuando el tiempo en el norte se vuelve bastante frío y lluvioso.
Alojamiento
Como la ruta se está haciendo cada vez más popular, están apareciendo más refugios y albergues de peregrinos, así como albergues turísticos, a lo largo de la ruta. Si el albergue local está lleno o simplemente quieres darte un poco de lujo, puedes optar por un hostal local. El alojamiento está disponible de forma bastante uniforme a lo largo de la ruta, aproximadamente cada 25 km.
¿Qué ver en la ruta de la plata?
La Vía de la Plata es un desfiladero de paisajes diversos y vistas realmente excepcionales, desde campos ondulados, pasando por bosques y pastos, hasta las verdes colinas de Galicia. Sin embargo, la belleza natural no es lo único que merece la pena destacar.
La cultura y la arquitectura romanas
Al haber desempeñado un papel importante a lo largo de la historia, la Vía de la Plata es rica en muestras de cultura y arquitectura romanas. Comenzando en la impresionante Sevilla, te encontrarás con numerosas iglesias, capillas, calzadas y puentes romanos, además de visitar algunas de las principales ciudades romanas, como Mérida y Caparra. Protegidas por la UNESCO, las ciudades de Salamanca y Zamora también merecen una parada.
¿Por qué elegir la ruta de la Vía de la Plata?
Si tu corazón anhela una experiencia de peregrinación más auténtica, la Vía de la Plata es la elección correcta. Ofrece a sus peregrinos mucho espacio para la contemplación solitaria, así como numerosas oportunidades para hacer turismo y panorámicas impresionantes.
No obstante, quienes no puedan soportar el calor extremo deberían evitar por completo la ruta en el mes de verano.
Al final, esta larga y sinuosa ruta merece cada "obstáculo" para quienes estén dispuestos a vivir una auténtica aventura.