El Camino Inglés es una de las rutas que se puede hacer desde dentro de Galicia y con la que recibirás la compostela que acredita haber finalizado el camino. Los británicos y los irlandeses desembarcaban en Ferrol para hacer la ruta jacobea y tu podrás rememorar esos pasos.
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Visión general de la ruta
Desde el punto de vista geográfico, la ruta tiene su origen en el Golfo Ártabro, formado por el conjunto de ensenadas de A Coruña, Betanzos, Ares y Ferrol, situado entre la Costa da Morte, al sur, y las Rías Altas, al este.
Ni la ruta desde Ferrol ni la que parte de A Coruña te ofrecen caminos alternativos, por lo que el paseo es bastante sencillo. Los dos caminos confluyen en Hospital de Bruma, desde donde continúan hasta Santiago.
En cuanto a la alternativa de Ferrol, cabe mencionar la posibilidad de tomar un atajo en la primera etapa, cruzando la Ría de Ferrol por el puente de la carretera nacional. No obstante, dado que la ruta es relativamente corta, no la recomendamos.
La primera etapa ofrece bastantes paisajes marinos impresionantes. Sin embargo, la experiencia se ve ligeramente afectada por numerosas carreteras, infraestructuras urbanas y grandes instalaciones navales y militares. El paisaje más interesante te espera durante los 38 km entre Miño y Hospital de Bruma, que te llevan por un territorio rural y montañoso, salpicado de pequeños pueblos dedicados tanto a la ganadería como a la agricultura. Finalmente, la última parte del camino, desde Hospital de Bruma hasta Santiago, te lleva en su mayor parte por tranquilas y sinuosas carreteras rurales.
Terreno
Si tuviéramos que clasificar todas las peregrinaciones en función de la dificultad, el Camino Inglés estaría en algún lugar intermedio, entre las rutas duras (como el Camino Primitivo) y los caminos poco exigentes (como el Camino Portugués). El tramo con la orografía más difícil y unas cuantas subidas y bajadas notables son los 28 km entre Betanzos y Hospital de Bruma; los 20 km anteriores, de Pontedeume a Betanzos, también hay unas cuantas subidas y bajadas pero de carácter más moderado.
Señalización del Camino
En esta parte de España, una señalización eficaz y sencilla es esencial; de lo contrario, sería imposible avanzar rápidamente por un territorio plagado de cruces, bifurcaciones, pistas forestales entrelazadas y carreteras locales. Esta es otra buena razón para optar por la ruta Ferrol-Santiago.
La señalización entre Ferrol y Santiago es muy buena, señalizada por los clásicos hitos con el símbolo de la concha y las flechas amarillas pintadas. Sin embargo, si empiezas desde A Coruña, dejar atrás la ciudad puede hacerse un poco cuesta arriba.
¿Cuál es la mejor época para hacer el Camino Inglés?
En cuanto al tiempo, el Camino Inglés es accesible en cualquier época del año, ya que la proximidad del mar modera el frío en invierno y alivia el calor en verano. Sin embargo, debido a su exposición al Atlántico, también es la ruta con los días más lluviosos. Pasar 5 ó 6 días sin un chaparrón es poco probable.
¿Qué ver a lo largo de la ruta?
A pesar de su corta distancia, la ruta no carece de lugares históricos. Hay numerosas iglesias medievales, capillas y ruinas a lo largo del camino.
Si empiezas o te desvías por A Coruña, no te pierdas el Faro Romano (Torre de Hércules). Saliendo de Ferrol, no dejes de visitar la iglesia del monasterio de Xubia, así como la iglesia de Santiago y la iglesia de San Miguel de Breamo en Pontedeume. Hospital de Bruma ofrece una capilla medieval de San Lourenzo, mientras que Lambre es conocida por un puente medieval.
¿Por qué hacer el Camino Inglés?
Si solo dispones de unos pocos días, si no te gusta el terreno exigente o, simplemente, si no te divierte mucho el calor agobiante, el Camino Inglés puede ser justo la ruta para ti. No se tarda más de cinco días en recorrerlo, el aire siempre se mantiene fresco, y el terreno no te da nada de qué preocuparse. Aunque se ha hecho cada vez más popular con los años, sigue ofreciendo una de las experiencias auténticas más solitarias.
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